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jueves, 14 de marzo de 2013

¿Cómo han podido desaparecer 500.000 toneladas de hulla?



Lo que le faltaba al siempre discutido sector del carbón: el “caso del carbón desparecido”. El fraude, si se llega a confirmar, podría alcanzar los 45 millones de euros si, finalmente, se determina que faltan 500.000 toneladas del Almacén Estratégico Temporal de Carbón (AETC). Hunosa, encargada de gestionarlo, y el empresario leonés Victorino Alonso, a quien se fió la custodia en sus propios parques de mineral, se enfrentan ahora para dilucidar si el carbón desapreció y hubo fraude, o todo se debe a un problema de mermas en las pilas por la lluvia o el viento. El Grupo Alonso ya ha presentado la primera denuncia contra la hullera pública. Los abogados del estado ultiman la estrategia judicial que pueda emprender Hunosa, con el respaldo del Gobierno de Rajoy. 

La decisión del Gobierno de Rodríguez Zapatero de poner en manos de Victorino Alonso la custodia de parte del Almacén Estratégico Temporal de Carbón generó más escepticismo que aprobación. En las direcciones de los dos grandes sindicatos -SOMA-FITAG-UGT y CC OO- la decisión no gustó, pero no hicieron público su descontento. Hunosa tampoco aplaudió la medida, impuesta desde el Ministerio de Industria a través de la SEPI. Durante la recta final del mandato de Juan Ramón Secades como presidente de Hunosa se realizaron las primeras inspecciones en los parques de Victorino Alonso. Pero no se detectaron anomalías, según confirmaron fuentes de su equipo directivo. Si las hubo, no se hicieron públicas. 

Tras el triunfo electoral del PP, María Teresa Mallada tomó el relevo, en marzo de 2012, al frente de la hullera. En abril encargó una primera inspección, pero no se pudo realizar debido a que comenzó la conflictividad laboral en el sector que desembocó en la última gran huelga minera, que se prolongó hasta agosto.

En septiembre de 2012 se detectó por primera vez que faltaba carbón en las instalaciones del Grupo Alonso. Hunosa les comunicó este desfase y se llegó a un acuerdo para que el mineral fuera repuesto. Uminsa y Coto Minero Cantábrico esgrimieron desde un primer momento un incremento de las mermas pactadas como la causa del desequilibrio. Incluso planteó una merma del 8% y superior.

Los informes periciales encargados por Hunosa para esclarecer cuánto mineral bajo custodia de Victorino Alonso desapareció del almacén estiman que hay un desfase de 500.000 toneladas valoradas en 45 millones de euros. Según las pesquisas, 200.000 toneladas están en paradero desconocido, pero de otras 300.000 toneladas se sospecha que hayan podido ser vendidas dos veces, una a Hunosa y otra a Endesa.