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jueves, 14 de noviembre de 2013

La minería española está en plena expansión


Esto se mueve. Si bien es cierto que la producción de áridos en España está en cotas nunca vistas, por la paralización casi total del sector de la construcción, no es menos cierto que la minería metálica e industrial está viviendo una etapa clara de expansión. Recogemos en este número la amplísima variedad de proyectos que están en este momento abriendo o en proceso de ampliación de sus explotaciones. 

Identificamos nada menos que 37 explotaciones, que en estos momentos de descenso de la actividad económica en casi todos los ámbitos, están recibiendo inversión nacional y extranjera, creando empleo directo e indirecto, revitalizando el tejido industrial de sus comarcas, y adquiriendo todo tipo de equipos y maquinaria. 

Además de esta actividad que va a relanzar la actividad minera en España a niveles que parecían inalcanzables, cabe esperar la lenta pero inevitable recuperación de la actividad en nuestras canteras y graveras para la prodcción de áridos. Los años de caída son tantos y el retroceso en la producción es tan fuerte que la posibilidad de abandonar los números rojos y comenzar a crecer, está cada día más cerca.

No seremos nosotros los que pongamos fecha a esa recuperación. Pero al respecto, algunos analistas prevén que el año próximo el crecimiento económico podría acelerarse, permitiendo la creación de empleo en cantidades significativas, y es de prever una desaceleración del descenso del precio de la vivienda y una reactivación selectiva de la construcción. De producirse, ésta sería en todo caso, una mejora lenta y paso a paso, pero suficiente para dejar de caer y plantearse un horizonte favorable.
Es el momento en que las empresas piensen en su capacidad para hacer un esfuerzo por invertir en su política de comunicación, posicionándose con amplia visibilidad en un panorama en el que muchos de los grandes nombres clásicos han dejado el escaparate vacío. No son pocas las empresas que han ido escalando posiciones en los años más duros, con una política coherente de imagen sostenida a largo plazo, ocupando el primer plano en la comunicación, frente a otras que han preferido retraerse.  Esas últimas en este momento deberían redoblar el esfuerzo para volver a estar en el mercado.