Es complicado encontrar algún aspecto positivo para terminar este 2012 con una sonrisa. Lo más parecido a una buena noticia que podemos reseñar es la aprobación y presentación del Plan Estratégico del Sector de los Áridos 2012-2025, que pretende establecer las pautas y recomendaciones para empresas, administraciones y otros interlocutores del sector, de cara a mejorar la posición del sector en los años venideros. En este editorial del presidente de ANEFA y la FdA se analizan las líneas maestras del Plan en desarrollo.
Son estos, también, tiempos de poca fe, en los que “obras son amores”. Por lo que damos la bienvenida al Plan y mostramos nuestro deseo que acierte en sus diagnósticos y en sus recetas para mejorar, y esperamos que pueda aportar soluciones reales y viables. Pero eso es algo que sólo podremos saber a medida que pase el tiempo y el Plan se desarrolle. Estaremos muy atentos a su nivel de aceptación entre los empresarios del sector, y más adelante, a la efectividad de sus medidas.
El Plan parte de la premisa realista de una actividad en 2025 un 50% menor que en 2007, y la necesidad de reestructurar la industria para que ese volúmen sea suficiente para aportar rentabilidad.
No podemos estar más de acuerdo con ese planteamiento. De hecho es una opinión que ya defendíamos en público y en privado durante los años de la burbuja. Nos encontrábamos a menudo con planteamientos maximalistas y cortoplacistas, por parte de empresas cuya viabilidad estaba calculada de acuerdo a ventas absolutamente disparatadas. Ese planteamiento se daba tanto entre explotaciones como en fabricantes de bienes de equipo, y distribuidores. El vértigo de no poder suministrar todo aquello que el mercado demandaba con urgencia, animó a muchas empresas a sobredimensionarse.
Esto, sumado a un freenazo posterior que también es anormal en su profundidad y duración, ha provocado la situación actual.
Nuestro planteamiento es el de apostar por un sector con visión a largo plazo, en el que, las inversiones en comunicación, marketing y publicidad, son también una estrategia sostenida a largo plazo y no dependen de burbujas puntales.
