La construcción en España parece haber recuperado definitivamente el pulso después de años en estado crítico. La producción nacional del sector volvió a cerrar el mes de julio al alza y, lo que es más importante, se consolida entre las locomotoras europeas del sector, hacia el que el Gobierno mira con mimo. Esta actividad se incrementó un 11,6% interanual en julio en España, el tercer mayor aumento europeo tras Eslovenia (+24.8%) y Hungría (+17,5%), según datos de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
Estos tres porcentajes positivos están muy por encima de la media, tanto en la Eurozona (+0,4%) como de la Unión Europea (UE) de los 28 (+0,6%). Según Eurostat, esta producción global de la construcción en Europa refleja una situación “estable”.
Máximo equilibrio que se refleja al 100% en la tasa intermensual (evolución de la actividad en julio respecto a junio) de la Eurozona (0,0%) y de la UE (0,0%). En esta comparativa, la producción de la construcción en España apenas sube un 1%, por detrás de los incrementos del sector en Hungría (+3,9%) y en Alemania (+1,7%), y al mismo nivel que en Suecia (+1%).
Volviendo a las cifras interanuales, además de Eslovenia, Hungría y España, Suecia (+4.9%), Reino Unido (+3,1%), Bulgaria (+2,9%), Polonia 8+1%) y Holanda (+0,3%) registran una mayor actividad constructora. En el lado opuesto, Rumanía fue el gran lastre del sector (-19,7%) junto con Portugal (-8,8%) y Eslovaquia (-6,1%).
Esta recuperación de la construcción española sobre el papel de Eurostat también se constata en el dato del segundo trimestre, cuando creció un 34% respecto al mismo periodo de 2013, el segundo mayor crecimiento de Europa tras Eslovenia (+38,7). Hay que remontarse ya al último trimestre para ver un ajuste (tibio) español en la construcción (-2,3%).
Leyendo la estadística de Eurostat por segmentos, cabe destacar la caída de la actividad en obra civil (-2% en la Eurozona y -1,9% en la UE), mientras que en edificación se registran números positivos, +0,8% y +1%, respectivamente.