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lunes, 23 de septiembre de 2013

El sector ha pasado su peor año y la caída acumulada es del 77% desde 2006

• Según las estimaciones de Anefa, en 2012 -sexto año consecutivo de crisis del sector-, el consumo de áridos para la construcción se ha vuelto a desplomar un -35%, hasta alcanzar unos valores absolutos nunca registrados, de menos de 115 millones de toneladas. Desde 2006, el consumo ha retrocedido cerca del -77%, arrastrando a su vez al volumen de negocio sectorial que es, en la actualidad, el 19% del alcanzado ese año. 

• El consumo de áridos per capita se ha reducido hasta las 2,4 toneladas / habitante /año, datos muy inferiores a la media de los países de la UEPG (5,8 t/hab. /año) y mucho más propios de países subdesarrollados del tercer mundo que de una economía occidental integrada en la UE.

• En la Comunidad de Madrid, el consumo de áridos para la construcción sufre un nuevo desplome y se cifra en 7,0 millones de toneladas (-38,3% respecto al año anterior), con un consumo per cápita de 1,1 toneladas. (Fuente del texto y las tablas: ANEFA)

El sector de los áridos es el principal suministrador de materias primas para la construcción de infraestructuras, para la industria y para la protección del medio ambiente, lo que le confiere el carácter de industria estratégica. Es la segunda materia prima más consumida por el hombre después del agua y que cada español ha consumido, en 2012, unos 2.400 kilogramos anuales, es decir, unos 6,5 kilogramos diarios (en 2007 se consumieron cerca de 33 kilogramos diarios).

Según las estimaciones preliminares, en el sexto año consecutivo de crisis del sector, el consumo de áridos para la construcción se ha vuelto a desplomar un -35%, hasta alcanzar unos valores absolutos nunca vistos, de menos de 115 millones de toneladas. Desde 2006, el consumo ha retrocedido cerca del -77%, arrastrando a su vez al volumen de negocio sectorial que es, en la actualidad, el 19% del registrado ese año.

• 112,5 millones de toneladas (-34,97%) de áridos naturales para la construcción. A esta cantidad hay que añadir 0,7 millones de toneladas de áridos reciclados.
• Esto representa una caída del -76,82% desde el máximo previo a la crisis (2006), momento en el que la producción era de 486 Mt.

Además, se ha producido un nuevo retroceso en el consumo de áridos para aplicaciones industriales, tales como cementos, vidrios, cargas, filtros, industria química, siderurgia y metalurgia, etc., hasta los 25 millones de toneladas (-24,2%).
Por lo tanto, el consumo total de áridos, en el año 2012, ha sido de unos 137,5 millones de toneladas (-33,25%).
Se estima en 550 millones de euros el volumen de negocio del sector de áridos para la construcción, excluido el transporte. La caída acumulada en términos constantes, desde 2007 hasta 2012, es del -81%.

γ  Reducción del sector 

Además de la brusca disminución de la demanda experimentada desde 2007, el sector de los áridos y, por extensión, los de la mayoría de productos de construcción, siguen atravesando por una situación de estrangulamiento del capital circulante que está afectando a muchas de sus empresas, por estar sometidas al doble esfuerzo de fabricar y enviar los productos sin ningún tipo de cobertura de riesgo y, simultáneamente, tener que soportar la tensión de tesorería que supone cobrar, en muchos casos, a más de 240 días, con la posibilidad real de que el cobro no se llegue a producir.
Esta situación ha supuesto la destrucción de cerca de 6.500 puestos de trabajo directos y 22.500 puestos de trabajo indirectos desde el inicio de la crisis.

En otro orden de cosas, la caída del consumo de áridos para la construcción en 2012 muestra una evolución territorial muy desigual, situándose en los extremos de mayor retroceso la Comunidad Valenciana (-58,2%), Castilla-La Mancha (-42,6%) y Canarias (-40,2%). 
Navarra, Cantabria y Asturias son, por este orden, las Comunidades Autónomas con menor incidencia desde el inicio de la crisis, mostrando retrocesos ya por encima del -50%. 

En el otro extremo se sitúan la Comunidad Valenciana, Madrid, Canarias, la Región de Murcia y Andalucía, con retrocesos superiores al -80%, lo que supone la casi paralización de la actividad constructiva.

Desde 2006, cuando el consumo de áridos por habitante en España era uno de los más importantes de Europa, con cerca de 12 toneladas/habitante/año, esta cifra ha sufrido una reducción considerable, hasta 2,4, situándose netamente por debajo de la media europea (5,2 toneladas/habitante/año). Estos valores son más propios de países subdesarrollados del tercer mundo que de una economía occidental integrada en la UE como la española. 

Destacan por lo negativo de los valores que presentan, la Comunidad de Madrid (1,1 t/hab./año), la Comunidad Valenciana (1,3 t/hab./año) y Canarias (1,4 t/hab./año).
Navarra (6,5 t/hab./año) y Cantabria (5,2 t/hab./año)  son las únicas Comunidades Autónomas con consumos superior o igual a la media europea. 

Actualmente, España – que se encontraba en segunda posición en 2006 – ocupa el octavo lugar de Europa en producción total de áridos, por detrás de Alemania, Rusia, Francia, Turquía, Polonia, Italia y el Reino Unido. Existen grandes probabilidades de que España pase al decimotercer puesto a finales de 2013, siendo rebasado por Austria, Rumanía, Finlandia, Bélgica y Suecia.

 γ  Perspectivas 2013/14

Las correspondientes actualizaciones del Programa de Estabilidad Presupuestaria anuncian ajustes adicionales de la inversión pública que, según el último plan, se extenderán hasta, al menos 2015. 
Los Presupuestos Generales del Estado, para 2013, muestran que las inversiones reales por Ministerios, serán de 8.943 M€, el 0,8% del PIB, lo que supone un descenso del -60% respecto al máximo alcanzado en 2009.
Para 2013 y 2014, según los datos existentes en la actualidad, se puede decir que la inversión pública española se reducirá un -41% y un -48% respectivamente, sobre lo registrado en 2011, según datos de Seopan.

En 2013, el sector de la construcción restará un 1% al PIB y, de no cambiar esa tendencia, en 2014, su contribución volverá a ser negativa.

Por otro lado, la previsión de Euroconstruct sobre la evolución de los distintos subsectores de la construcción en España, para el periodo 2012 – 2015, muestra que:
• La edificación residencial se mantendrá en una situación plana, en el entorno del -20% ó -25% de la situación de 2006. Sigue sumida en una parálisis debido a que continúa la depreciación de la vivienda, la escasez de transacciones y las restricciones al crédito. Un panorama que se ha visto poco alterado por las medidas introducidas en la segunda mitad del 2012: más impuestos para la vivienda, puesta en marcha del “banco malo” y nueva política pública de vivienda.
• La edificación no residencial se estabilizará en el entorno del 25% de la situación de 2006. Presenta síntomas idénticos a los de la vivienda (sequía financiera, mínima demanda, stocks en aumento) que se intentan contrarrestar también por los mismos medios (interrupción de proyectos, rebajas en los precios). Aunque se confiaba en que algunos segmentos como comercio y logística pudiesen tocar fondo más pronto que el resto, esto es algo que ha quedado descartado conforme se han ido desvaneciendo las expectativas de asistir a una inflexión de la economía española en 2013.
• La rehabilitación se mantendrá en el entorno del 45% de la registrada en 2006, aunque no se esperan resultados a corto plazo de las iniciativas del Gobierno para potenciarla.
• La obra civil proseguirá su caída, hasta detenerse por debajo del 20% de los valores de 2006. 
El estado actual y las previsiones de la ingeniería civil son el reflejo de un país que dedica todos sus esfuerzos a consolidar sus cuentas públicas, sacrificando en el proceso a la inversión en infraestructuras. 

Las cifras ilustran hasta qué punto se está aplicando esta doctrina del Gobierno. Más a medio plazo, el nuevo plan de infraestructuras 2012-2024 resulta poco explícito, particularmente al respecto de cómo se va a materializar la colaboración público-privada imprescindible para poder ejecutar dicho plan. 
Mientras esta cuestión y otras como la reforma energética no se clarifiquen, y mientras se siga priorizando la contención del déficit, será complicado presenciar un cambio de tendencia en términos de actividad constructiva. 

Confirmando lo anterior, la licitación en el primer trimestre de 2013 prosigue con su caída, aunque más amortiguada, con un total de -7,2%, retrocediendo las Administraciones autonómicas (-50,2%) y locales (-24,7%), mientras que la Administración General del Estado crece el 110,2%.
En términos interanuales, la licitación a finales de marzo de 2013, arrastra un retroceso del -38,3%, con caídas en todas las Administraciones: General del Estado (-44,5%), autonómicas (-47,0%) y locales (-15,6%).

Por Comunidades Autónomas, La Rioja, (1.134%), Asturias (680%), Extremadura (327%) y Cantabria (320%) muestran los principales incrementos de la licitación respecto al primer trimestre de 2012, mientras que El País Vasco (-80%, Madrid (-61,1%) y Navarra (-47%) revelan un retroceso de la licitación.

Visto el escenario de licitación a marzo de 2013, así como la evolución del conjunto de la situación económica del país, no se puede ser optimista sobre un cambio de tendencia a corto plazo. 
Asimismo, OFICEMEN informa de que el consumo de cemento se redujo nuevamente el -25,5% en el primer cuatrimestre de 2013, respecto al mismo periodo de 2013, mostrando que la situación no comienza a repuntar. El año móvil abril 2013 – abril 2012 arroja un -31,8%.

Con todos estos elementos descritos, la situación para este año 2013 es de un nuevo parón en la obra civil, sin ninguna contrapartida en la edificación, lo que hace prever unas nuevas caídas en el consumo de áridos que se encontrarán en el entorno del -20% o del -25%, pudiéndose llegar a rebasar esas cifras, por lo que el consumo a final de 2013 podría situarse en la horquilla 85 y 90 millones de toneladas. 

En esa fecha, el consumo por habitante habrá caído por debajo de las 2,0  toneladas/habitante/año y España ocupará el último lugar de Europa.

Tras siete años consecutivos de bajadas contundentes, el mercado ha quedado tan contraído que, si en 2014 se reactivase levemente la construcción, se podría producir la paradoja de un mercado que crecería a ritmos de dos dígitos y que, sin embargo, continuaría inmerso en una crisis extrema.
No obstante, es posible un cambio de tendencia positivo, alentado por la incipiente salida de la crisis.